MAKANAI

Desde 1899, las mujeres que trabajan en la fundición de pan de oro Yoshitaka en Kanazawa han aprovechado el makanai* que tenían disponible en la cocina de la fundición para crear sus propios brebajes de belleza y curar su piel.

Allí se han transmitido de generación en generación recetas a base de té verde, salvado de arroz y polvo de oro.

A través de esta gama de cuidados naturales, Makanai rinde homenaje a las mujeres de Kanazawa y nos transmite los secretos de los rituales de belleza japoneses, frutos del saber hacer ancestral y los ricos recursos que ofrece la naturaleza japonesa.

*en japonés «Makanai» se refiere a los «materiales disponibles en el lugar de trabajo».